La hepatitis A se transmite a través del agua, los alimentos y el contacto directo en el hogar.
Cualquier persona que no esté vacunada o que no haya padecido la enfermedad puede infectarse, pero los niños que no están vacunados corren un riesgo especial. Esto se debe a que suelen llevarse los dedos y objetos extraños, como juguetes, a la boca.
Una garantía eficaz para prevenir la enfermedad es el estricto cumplimiento de las normas de higiene personal.
Es obligatorio lavarse las manos antes de comer, después de volver de la calle y después de ir al baño. Es necesario seguir las normas de cocción de los alimentos.
Las frutas y verduras deben lavarse bien con agua corriente y, posteriormente, es recomendable enjuagarlas con agua hirviendo.
Al bañarse, no se debe tragar agua; solo se debe beber agua hervida o embotellada.